SIMULACION EYACULADA

El amor es un órgano mutilado, separado del cuerpo, pabellón donde se fusila al sentimiento para que el hombre olvide por completo su esencia, proyectiles a gran velocidad sobre el cuerpo tácito, desnudo del abandono.

Hombres-máquinas en la línea recta del sacrificio, donde las palabras se drenan como si fueran desechos inservibles, olvidados de si mismos los despojan de sus nombres y se convierten en números infinitos que habitan los programadores de los trogloditas mercenarios que diseñan sus banderas de poder con los colores de los días que nos han robado: rojo-atardecer, rojo-sangre, amarillo-sol, amarillo-morfina, blanco-cielo, blanca-cocaína.

Sobrepoblación de adictos a la simulación del confort, donde la purulencia del fetiche cotidiano se oculta en el discurso mercadotécnico de compra y venta de objetos fálicos de cocina, de limpieza, de tecnología, masturbación del vacío donde el futuro se presenta como una forzada erección a base de meta-anfetaminas, de efedrina, de pseudo- efedrina, de éxtasis comprimido.

Estamos en el colapso simulado de una orgía de cuerpos plastificados, donde el amor se gangrena y se fisura con el bisturí del discurso ultrajado, subastado. Cirugía plástica de la deformación, donde se implantan silicones de emociones y latidos, para rellenar el vacío existencial en la pasarela mutante de cuerpos transexuales, trasgredidos por la exacerbación del deseo que suprime devastadoramente al amor…

Veroviajes.